Casa pasiva o Passivhaus: ¿de qué se trata?
Puede que al escuchar estos términos, muchos no sabréis de qué se trata, pues bien, una casa pasiva o en alemán passivhaus, no es más que una manera de edificar una casa o un edificio de forma sostenible, utilizando una combinación de técnicas bioclimáticas y de eficiencia energética, esta última siendo su pilar fundamental, evitando así el uso de sistemas de calefacción y refrigeración en las viviendas y aprovechando la localización y las condiciones climáticas.
Aunque estos términos nos suenen a algo muy novedoso, con ellos nos remontamos al año 1979, donde en algunos libros ya se comenzaba a hablar sobre este tipo de viviendas, pero no es hasta los 80, cuando se establece el “estándar passivhaus” que es similar a un certificado y estándares que hay que tener para que se considere dicha construcción como tal y sus principios básicos son:
- Aislamiento térmico total.
- Utilizar ventilación mecánica con recuperación de calor.
- Ausencia de puentes térmicos.
- Ventanas y puertas muy eficientes.
- Garantizar la hermeticidad del edificio al aire.
Las ventajas de este tipo de edificaciones son diversas; se calientan con el sol, el aire del interior es más saludable, el ahorro de energía es de hasta un 80%, su gran aislamiento acústico, se reduce la formación de polvo y, es más, uno de los criterios Passivhaus, es centrarse también en la comodidad de los ocupantes y no solo en el rendimiento energético.
Aunque todo suene a ventajas también hemos querido ver algunas desventajas, como por ejemplo el sobre coste que supone el aislamiento que hemos mencionado anteriormente y las tecnologías usadas, este puede rondar entre un 15-20%.
También hay que mencionar, que al igual que la casa pasiva se centra sobre todo en lo relacionado con al ahorro energético y la disminución de emisiones tóxicas, por otro lado no hace un uso eficiente del agua.
Por último, os dejamos por aquí la web del Instituto Passivhaus, para que podáis investigar un poco más sobre el tema!
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